(Rocío Martínez-Oña Marcos)
El autor es Rembrandt, pintado en el siglo XVII, pertenece al barroco europeo. Se encuentra en el Rijksmuseum de Amsterdam y se trata de un óleo sobre lienzo.
El tema es un retrato colectivo encargado por la Corporación de Arcabuceros de Ámsterdam para decorar la Kloveniersdoelen, sede de la milicia. Debido a esto, Rembrandt usó monumentales dimensiones para el lienzo. En la escena aparece la milicia del capitán Frans Banning Cocq en el momento en el que éste da la orden de marchar al alférez Willem van Ruytenburch. Detrás de ellos aparecen los 18 integrantes de la Compañía y otros personajes, niños, un perro... Parece ser que los retratos son realistas ya que Rembrandt fue fiel a los modelos reales.
Rembrandt pintó una escena de acción, del gusto del Barroco imperante.
Los soldados están agrupados para embarcarse en una misión (que tipo de misión o patrullaje es todavía motivo de discusión). La composición es original y constituye un nuevo modo de concebir el retrato colectivo. A diferencia de cuadros de la misma temática, en que la disposición de las figuras siguen un orden jerárquico preciso, el pintor basó la colocación de los personajes en razones plásticas.
La composición aparentemente desordenada está en realidad construida en torno a unos ejes:
-Eje horizontal: Telón de personajes que sirve de apoyo a las dos figuras principales del primer plano. Los cuatros personajes con trajes de colorido característico dominan el grupo central, dirigiendo la mirada del espectador hacia ellos.
-Eje vertical: El capitán con su traje negro, apoyado por la figura del teniente ataviado de amarillo claro. Esta dos figuras hacen que la escena quede centrada, girando a su alrededor el resto de componentes.
-Las diagonales que forman la larga lanza y el asta de la bandera se cruzan en el centro luminoso de la escena, encuadrando los tres grupos de personas con una línea imaginaria, quedando los dos mandos de la compañía en la posición dominante de la escena.
El espacio pictórico lo consigue superponiendo a los personajes, utilizando la arquitectura que hay detrás de los personajes, con los escorzos de las armas y de los retratados, por las lanzas que insinuan que hay más personas (recurso que ya había sido utilizado en la Batalla de san Román de Pablo Cello, en el Expolio de Cristo del Greco... y que será utilizado también por Velázquez en la Rendición de Breda)
El color va sobre el dibujo con pinceladas sueltas y manchas de luz y color. En el cuadro predominan los tonos cálidos, y un gran contraste con los rojos, y los amarillos claros que se equilibran ( la banda roja del capitán con el traje del arcabucero, y el vestido crema de la niña con el traje del teniente).
La luz es tenebrista siguiendo la de Caravaggio, aunque intenta ser realista, resalta lo importante para el autor. Destacan sobre todo los personajes del primer plano porque un rayo de sol parece iluminarles, mientras que los demás permanecen debajo del portalón o arco, en la sombra.
El cuadro fue llamado en el siglo XIX Patrouille de Nuit por la crítica francesa, y Night Watch por Sir Joshua Reynolds; de ahí el nombre por el que se le conoce popularmente. El origen de este título surge de una equivocación de interpretación, debida a que, en esa época, el cuadro estaba tan deteriorado y oscurecido por la oxidación del barniz y la suciedad acumulada, que sus figuras eran casi indistinguibles, y parecía una escena nocturna. Después de su restauración en 1947, donde se eliminó este barniz oscurecido, se descubrió que el título no se ajustaba a la realidad, ya que la acción no se desarrolla de noche sino de día, en el interior de un portalón en penumbra al que llega un potente rayo de luz que ilumina intensamente a los personajes que intervienen en la composición.
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