(Rocío Martínez-Oña Marcos)
El Panteón romano, (siglo II, Roma Imperial) es un templo que reúne todos los modelos arquitectónicos que produjo Roma.
La planta es central o circular, con un pórtico longitudinal en la parte frontal que está dividido en 3 naves por columnas que al final comunica con el templo.
La cúpula está sostenida por unos muros de carga de aproximadamente 6 metros de anchura, está hecha de cemento y cuanto más se aproxima hacia arriba el material es menos pesado, hasta llegar a la última parte que es de piedra pómez, además para quitarle peso a la cúpula, se hizo un óculo, por el que entra la luz.
En el interior, los muros están calados nichos en los que se colocaban esculturas de las múltiples deidades en las que creían, al fondo se puede ver un ábside. A los lados de los nichos columnas compuestas o corintias.
Sobre esto, un entablamento, y encima (la segunda planta) unas ornacinas coronadas con frontones. Todo esto decorado con plancas de mármol.